CIENCIA, ¡FRACASASTE!
Durante mucho tiempo se ha hecho visible el desinterés de los alumnos por alguna de las asignaturas curriculares de la educación primaria principalmente en las asignaturas que se relacionan directamente con la ciencias, se puede argumentar que aun los niños no tiene cierta inclinación por alguna de ellas o por que en cierta forma el profesor es culpable.
Lo antes mencionado que es la base del escrito, el papel que funge el profesor al presentarse ante cierta situación: “Las ciencias no es un fracaso para alumnos y maestros”. Surge inmediatamente una interrogante ¿por qué la ciencia es un fracaso para los alumnos y por qué lo es también para los profesores?
Por lo que en este apartado se pudieran retomar dos subtemas, sin embargo nos llevan a la misma conclusión ya que ambos van de la mano.
· El fracaso que representa la ciencia para los alumnos
· ¿El maestro hace que fracase el alumno o la ciencia?
Para el alumno la ciencia es aburrida por la forma en que el profesor la presenta, o simplemente porque el maestro no está capacitado para lo qué va a enseñar y llegan a transmitir ellos mismos su apatía por la materia, haciéndola ver aburrida y sin sentido.
En contra punto encontramos que los profesores dicen que son los alumnos lo que no entienden haciéndoles notar que no tienen aptitudes por ejemplo para la física, química o matemáticas, esto en grados superiores (secundaria).
Es aquí en donde encontramos el cruce de los caminos, la responsabilidad que el maestro de primaria tiene para despertar el interés por las ciencias desde temprana edad. No se requiere sólo de querer sino de poner en práctica si el maestro no tuviese el conocimiento suficiente, no tendría nada de extraño que se aprendiera en conjunto y a la par mostro alumno.
Se llega entonces a la conclusión que ni el maestro ni el alumno son los responsables de que las ciencias representen fracaso, ya que las circunstancias en ocasiones no favorecerá a uno o al otro, esto no significa que se siga por el camino de la enseñanza tradicionalista si no por el contrario implementar estrategias que garanticen el avance hacia el mundo de la ciencia.
Ciertamente no muchos en un futuro se dedicara a la ciencia per si en algún momento de su vida tendrán que recurrir a ella, lo que significa que no existe fracaso alguno.
Referencia Bibliografica:
Sagan, Carl (1998), "La casa en llamas", en El mundo y sus demonios. La ciencia como una luz en la oscuridad, México, SEP (Biblioteca para la actualización del maestro), pp. 374-378.